
Esta representación mide 28 pulgadas y es una gitana del Medio Oriente, vestida con un resplandeciente atuendo dorado que brilla como el sol entre los desiertos y oasis de su tierra. Su historia evoca la elegancia de las caravanas y la belleza enigmática de las mujeres que danzaban entre luces y sombras, llevando consigo encanto, sabiduría y misterio.
Su rostro ha sido trabajado con todo el detalle de mi realismo: la intensidad de su mirada, la delicadeza de su expresión y la fuerza de su carácter se entrelazan para darle vida. Las fotografías no le hacen justicia a lo impresionante y hermosa que ha quedado en persona; verla frente a frente es descubrir una presencia que cautiva.
Está adornada con joyas que resaltan su nobleza y un velo que envuelve su figura en un aura de realeza. El abanico del plumas está incluido, un detalle que enriquece aún más la representación y completa la riqueza de su vestuario, trabajado con brillos y encajes que reflejan luz y energía.
Como todas mis creaciones, esta gitana es única e irrepetible. Nunca repito ninguna de mis muñecas: cada una recibe un rostro exclusivo, un alma diferente y un sello personal que la convierte en una joya singular.