Esta representación encarna a una bruja de magia blanca, una hechicera de energía serena, protectora y profundamente espiritual. No proyecta oscuridad ni agresión, sino sabiduría, intuición y conexión con las fuerzas naturales y la luz interior.
El trabajo de realismo es uno de los pilares más importantes de esta obra. El rostro ha sido elaborado con un nivel de detalle minucioso, cuidando proporciones, expresión, mirada, volumen y acabados que le otorgan una presencia intensa y casi viva. Cada una de mis representaciones se trabaja de forma individual, sin repetir moldes ni rasgos, lo que convierte a esta pieza en una creación totalmente única e irrepetible.
La muñeca es completamente de goma y mide 28 pulgadas, lo que permite un acabado más realista en la piel, en las formas y en la integración de los detalles corporales. Su vestuario ha sido trabajado con capas, texturas y bordados que aportan movimiento y carácter ceremonial, reforzando su identidad como hechicera.
En la zona del hombro, entre el hombro, el pecho y el cuello, la representación presenta un tatuaje visible, integrado de manera natural al cuerpo. Este tatuaje forma parte de su historia y de su simbolismo espiritual, aportando personalidad y profundidad a la pieza.
El bastón está incluido como parte de la representación. Se trata de un bastón decorado en piedra, que complementa la estética mística de la obra y refuerza su carácter ritual y simbólico.
Como todas mis creaciones, esta representación ha sido realizada a mano con dedicación, intención y respeto por el arte. No es solo una figura decorativa, sino una obra que transmite presencia, energía y una identidad propia.